domingo, 19 de enero de 2014

EL POP CRÍTICO DE EQUIPO CRÓNICA

                  A finales de la década de los cincuenta del siglo pasado llega a su fin la fase de autarquía en la que España estaba sumida. Mientras crece la oposición al Régimen franquista, algunos exiliados retornan al país. En este contexto trabajaron los artistas españoles quienes, aprovechando la situación de apertura a lo foráneo, exploraron nuevas vías de renovación estética enfocando su arte a las tendencias internacionales: primero al informalismo y la pintura matérica; después, al arte pop.
La versión española del pop art difería de las creaciones anglo-americanas en cuanto a objetivos. La circunstancia de gestarse durante los años de decadencia de una dictadura fue definitoria al respecto. Nada tenía que ver el oscuro clima español con la sociedad del consumismo y del bienestar, del American Way of Life conseguido después de la Segunda Guerra Mundial en Estados Unidos.

Con una poética propia, el arte pop español reinterpretó de forma aguda la realidad del momento, convirtiendo la crítica al franquismo en leit motiv de su obra. Tampoco faltaron las referencias al desarrollismo económico y a la nueva sociedad de masas.


Equipo Crónica fotografiado por Paco Alberola
                  
               Equipo Crónica comienza su andadura en el año 1964 de la mano de Rafael Solbes, Manolo Valdés y Juan Antonio Toledo (quien pronto se desligaría del grupo). Su trabajo conjunto se prolongó hasta 1981, fecha en la que fallece Rafael Solbes. Este hecho supone la desaparición del Equipo y el inicio de la carrera artística de Manolo Valdés en solitario.

En 1965 firmaron un manifiesto programático. Algunos de sus fragmentos aportan datos relevantes sobre su forma de trabajar y su orientación estilística: “El Equipo Crónica se ha constituido como conjunto de trabajo, colaboración y experimentación”, señalan lacónicos en el texto. Y más adelante defienden: “Métodos colectivos, fines sobreindividuales y presencia de la realidad y de la dialéctica histórica, implican un arte comprometido, un arte al servicio de los valores humanos”.
Equipo Crónica trabajó colectivamente, rechazando el individualismo y abogando por un arte de carácter crítico, concebido a modo de reportaje o crónica de la realidad sociopolítica.

Su obra muestra una personal reinterpretación de la pintura clásica y contemporánea del arte español. Mediante estas particulares citas establecen nuevas relaciones entre el espectador y la obra. Parten de iconos de la Historia del Arte español que pasan a ser conjugados con imágenes extraídas de los mass media, la cultura popular y motivos archiconocidos del pop art internacional y de sus principales representantes, como Warhol y Lichtenstein.


Barroco español (1966)

                   La crítica política y social quedó reflejada en Barroco español (1966, serigrafía), en el que una mesa repleta de manjares ocupa más de un tercio de la obra. Al suculento banquete asisten un nutrido grupo de personajes relevantes procedentes de conocidos lienzos de la pintura española de El Greco, Velázquez y Goya. Cerrando el conjunto, un cielo con una nube, préstamo de Roy Lichtenstein. La reflexión que se extrae está directamente vinculada a la situación de la España del momento. La opulencia vivida por estos personajes contrasta fuertemente con la situación que se estaba viviendo en el país: la decadencia de una dictadura, la pobreza aún arrastrada por una guerra civil y el atraso cultural. Esa realidad antagónica respecto de la que estaban sufriendo los espectadores de la obra era la que pretendían resaltar los artistas.


Guernica (1971)

               En Guernica (1971, serigrafía) el simbólico caballo agonizante del cuadro de Picasso es agredido por el disparo de un avión de Roy Lichtenstein, procedente de su obra Whaam! (1963), en la que un aeroplano dispara a otro. La explosión ataca de forma directa a una de las obras más representativas de la Historia del Arte, icono general de la lucha contra la barbarie de la guerra e icono particular de la lucha contra el franquismo.

               Como último ejemplo característico del espíritu de Equipo Crónica, la obra Pim-Pam-Pop (1971, acrílico sobre lienzo) fusiona la realidad nacional con una recopilación de hitos del pop art internacional. En ella se representa a un nutrido grupo de la policía franquista, conocida popularmente como Los grises por el color de su uniforme, avanzando con paso decidido y pisoteando unas Flowers de Warhol.  De Andy también figuran una Lata de Sopa Campbell y un autorretrato en el casco de uno de los policías. De Roy Lichtenstein procede el fondo, con su habitual punteado de las tramas fotomecánicas. Y, en un ejercicio de agudeza visual, es posible distinguir el torso de una fémina desnuda de Tom Wesselmann en el extremo izquierdo, hacia donde se dirige la policía.


Pim-Pam-Pop (1971)

Equipo Crónica creó, por tanto, un arte político pero atento a las novedades estéticas. Sincretizando lo nacional con lo internacional y convirtiendo su obra en vehículo de un realismo social de clara militancia ideológica. Un Pop Art nada banal pero sí muy comprometido con la realidad social del momento que les tocó vivir.



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