martes, 1 de marzo de 2016

EL (DES)INTERÉS DEL MECENAZGO

Reversionando un refrán popular… Cuando la crisis entra por la puerta la cultura salta por la ventana. Y este acto suicida, este salto al vacío motivado por los recortes y acompañado de una subida del IVA al 21%, hizo que el sector cultural español se replantease su discurso viéndose obligado a reformular su modelo de financiación. Hasta hace unos años la principal vía de ayudas a la cultura había llegado por medio de la Administración Pública. Ahora, estos estímulos en apoyo de aquellas actividades consideradas de interés común se han visto reducidos considerablemente o, directamente, se han volatilizado. Volvamos a jugar con las palabras… Cuando las subvenciones saltan por la ventana el mecenazgo llama a la puerta. ¿Y qué ocurre entonces? Que el mecenazgo es instado a pasar como invitado de honor.

Mercedes Basso (Directora de la Fundación Arte y Mecenazgo),
José Antonio Marina, José Luis Pardo, Elisa Durán (Directora general
adjunta de la Fundación Bancaria la Caixa), Francisco Calvo Serraller
y Victoria Camps, en Caixa Forum Madrid

¿Qué es un mecenas?, ¿qué características reúne esta figura?, ¿qué implica el mecenazgo?, ¿cómo se consolida y qué impacto tiene?, ¿cómo se puede fomentar?, ¿es posible una filantropía pura?, ¿hay interés detrás del mecenazgo?, ¿es inmune el mecenazgo a la mercantilización del sistema imperante?, ¿es la bonificación fiscal su aliciente?, ¿tiene el mecenazgo artístico alguna característica intrínseca que lo diferencie de un mecenazgo vinculado a otro campo?, ¿puede el mecenazgo implicar la pérdida de libertad artística?

La Fundación Arte y Mecenazgo,  institución impulsada por “la Caixa”, acaba de publicar su nuevo cuaderno titulado “Los cauces de la generosidad. Ensayos histórico-críticos sobre los fundamentos del mecenazgo”. En él, los autores Victoria Camps, José Antonio Marina y José Luis Pardo, encabezados por Francisco Calvo Serraller como coordinador del volumen, dan respuesta a las preguntas formuladas en el párrafo precedente.

Cuadernos Fundación Arte y Mecenazgo

El catedrático de Historia del Arte Francisco Calvo Serraller aborda, en el primero de los capítulos de este cuaderno, la historia del mecenazgo artístico. Analiza el origen etimológico de un término que se remonta al siglo I de nuestra era personificándose en la figura de Cayo Cilnio Mecenas, un patricio romano que ejerció de ministro para el emperador Augusto. Mecenas fue protector de poetas como Horacio o Virgilio ofreciendo el primer perfil de los que entendemos por protector de las artes. Desde el Renacimiento el artista ha quedado a merced del patrocinio cortesano, principesco, aristocrático o eclesiástico. Esta condición de siervo tutelado cambió a partir del siglo XVIII con la llegada de las exposiciones de las Academias de Arte y el desarrollo de los Salones. A partir de ese momento y libre de su comitente, el artista se convierte en un empresario sometido al juicio del público y a la ley de la oferta y la demanda del mercado puro. Serraller reflexiona sobre la dificultad de esa nueva situación de desprotección puesto que “el cuello de la botella del mercado, regido por la actualidad, era agobiadamente estrecho para el cada vez más amplio número de aspirantes a artista”. Un aspecto aplicable al sector artístico en nuestros días.

Mecenas presentando las Artes Liberales al emperador Augusto
(Óleo sobre lienzo, 69,5 x 89 cm, 1745, Giovanni Battista Tiepolo)

José Antonio Marina, escritor, filósofo y pedagogo, reflexiona en su artículo sobre la necesaria vinculación entre arte, mecenazgo y educación. Analizando textos como la Ética a Nicómaco de Aristóteles, el Tratado de las Pasiones de Descartes, Cartas sobre la educación estética de Schiller o el Discurso sobre la dignidad del hombre de Pico della Mirandolla, Marina va formulando una disertación a través de la cual trata de dilucidar qué implica el mecenazgo artístico y cuáles son las motivaciones que llevan al mecenas a realizar ese tipo de actos. En este sentido, el catedrático habla de una “multimotivación” de variada naturaleza: poder, vanidad, responsabilidad social, imagen pública y, especialmente, generosidad entendida en un doble sentido que remite a la colaboración en la actividad creadora (aunque no como autor al menos sí como posibilitador de la misma) y a la generosidad como virtud cívica.

La filósofa Victoria Camps, realiza en su capítulo una minuciosa reflexión sobre la ética y el mecenazgo deteniéndose en una cuestión clave: ¿Puede el mecenazgo moverse por estímulos propios o por un placer auténtico, de tal forma que se mantenga inmune al utilitarismo y a la mercantilización de un mundo dominado por una economía que prioriza el interés particular sobre el interés común? 


Añadir leyenda

El mecenazgo como patrocinador de las artes o las letras emana un aura que se asocia a la filantropía. Pero no siempre en una actividad altruista. El problema surge cuando sus motivaciones puedan ser contrarias a la ética. Interés propio versus filantropía ¿cuál termina imponiéndose? Entre las causas de la donación se pueden señalar el individualismo, el prestigio social y la contribución a la causa en la que se cree. Camps apunta que esta última está desapareciendo. Ahora los mecenas no sólo son figuras de renombre o grandes familias, sino grandes corporaciones puesto que “acercarse al mundo del arte ennoblece, por lo que el mecenazgo se convierte en una excelente estrategia de propaganda y de marketing para las grandes empresas”, de tal forma que, siguiendo a Pierre Bourdieu, al invertir en arte el capital económico se transforma en capital cultural. Bien es cierto que el desinterés puro no existe y que “es lógico que el patrocinador exija un retorno por lo que invierte en cultura”. Pero no se puede limitar a la mera propaganda o al puro negocio, “cierto beneficio no es lo mismo que convertir un museo en un espacio de publicidad de una corporación”.

Por último, el catedrático de filosofía José Luis Pardo aborda en su capítulo el sentido antropológico original del “don” y la “donación” tomando como punto de partida la obra de Marcel Mauss “Ensayo sobre el don” (The gift), publicada en Francia en 1925. El don como fundamento de las sociedades y bajo el nombre de potlach, es descrito como una donación gratuita y desinteresada, pero que lleva vinculado un componente de obligatoriedad. No implicaría una mera transacción económica sino que entrarían en juego valores intangibles como el prestigio o el respeto. Por lo tanto, no es una acción exenta de egoísmo puesto que pretende ser una manifestación de superioridad. Para Mauss en ese desequilibrio residiría el bienestar colectivo ya que aquellos que tienen en exceso dan y otros no tienen tanto reciben. El don reduce la desigualdad y refuerza en vínculo social entre donantes y receptores y, siguiendo el pensamiento de Lévi-Strauss, el don como institución social estructural gestionaría el exceso y el defecto de toda institución social, del aparato simbólico de toda civilización. 


The gift, Marcel Mauss


Artículo publicado para Bcollector

No hay comentarios:

Publicar un comentario