jueves, 17 de marzo de 2016

LOS QATAR MUSEUMS Y EL "ARAB POWER" DE LA SAGA AL THANI

La familia Al Thani lleva más de dos décadas conformando una gran colección de obras de arte que aglutina desde artefactos islámicos tradicionales a famosas piezas del arte moderno y contemporáneo. Bajo el mecenazgo de Su Alteza el Emir Sheikh Tamim bin Hamid Al Thani y dirigido por su Presidenta, la Excelentísima Jequesa Sheikha Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani, la familia gobernante de Qatar está profundamente involucrada en el campo del arte. A través de los Qatar Museums han conseguido canalizar esfuerzos para convertir Doha en activo epicentro de las artes, la cultura y la educación en Oriente Medio.

El nombre de Qatar Museums reúne un grupo de museos, instituciones y conjuntos patrimoniales que conforman la infraestructura cultural de Qatar. Desde su fundación en el año 2005, su objetivo es organizar, desarrollar y consolidar unos equipamientos culturales sostenibles a largo plazo. Entre ellos se localizan el Museo de Arte Islámico (Museum ofIslamic Art – MIA), el Mathaf (Museo Árabe de Arte Moderno), el Centro para Visitantes del Conjunto Patrimonio de la Humanidad Al Zubarah, el programa Fire Station: Artistas en Residencia y proyectos futuros como el del Museo Nacional de Qatar.

En 2011, The Art Newspaper definió a Qatar como el mayor comprador de arte del mundo, una auténtica autoridad en el sector y con poder para crear mercado. De hecho, la revista Forbes calificó a la Excelentísima Jequesa Sheikha Al Mayassa bintHamad bin Khalifa Al Thani como una de las mujeres más poderosas del mundo y una de las personas más influyentes del sector artístico.

Chant Avedissian - Iconos del Nilo
(técnica mixta sobre cartón, 52,5 x 72 cm, 1991-2010) - Mathaf:
Arab Museum of Modern Art, Doha.

La activa participación de la familia Al Thani en el mercado del arte no está exenta de polémica debido a la opacidad entorno a las adquisiciones de arte y a la naturaleza pública/privada de los recursos financieros involucrados. Lo que sí es cierto es que su estrategia es pragmática, cuentan con el asesoramiento de expertos internacionales altamente cualificados y apuestan  sistemáticamente por piezas de arte famosas: Jeff Koons, Takashi Murakami, Damien Hirst, Richard Serra, Louise Bourgeois, Mark Rothko, Francis Bacon… Thierry Ehrmann, presidente y fundador de Artprice (el líder mundial en información sobre el mercado del arte), afirma que “Qatar no arriesga, elije lo mejor y está dispuesto a pagar lo que sea necesario".

Está claro que en Oriente Medio se están produciendo cambios en este ámbito. No sólo por el aumento de compradores árabes en el mercado del arte, sino también por la imagen que los jeques tratan de proyectar al exterior invirtiendo los beneficios del petróleo en cultura y educación, fomentando el talento artístico, apoyando a los artistas regionales y generando iniciativas públicas orientadas a la promoción del arte y a la involucración de la sociedad.

Faraj Daham - Sin título
(técnica mixta sobre madera contrachapada,
185 x 172,5 cm, 2000) - Mathaf:
Arab Museum of Modern Art, Doha.

Este año 2016 la Fundación ARCO ha premiado a la Colección H. E. Sheikh Hassan Bin Mohammed Bin Ali Al Thani (Qatar Museums) junto a la Colección Jorge M. Pérez (PAMM Museum Miami) y a la Colección Patrizia Sandretto Re Rebaudengo (Fondazione Sandretto Re Rebaudengo) en la categoría de Coleccionismo Internacional.

Coincidiendo en fechas con ARCO, una selección de los fondos de arte contemporáneo de los Qatar Museums se exhiben en la Sala de Exposiciones de la Fundación Banco Santander en Boadilla del Monte con el objetivo de hacer hincapié en la importancia del coleccionismo  para el fomento del arte contemporáneo. Anteriormente se realizaron exposiciones de otras colecciones: Daros Latinamerica, Sandretto Re Rebaudengo, Rubell Family, Cranford, Grażyna Kulczyk y Goetz. En palabras de Antonio Escámez Torres, presidente de la Fundación, a través de esta muestra “se continúa la línea expositiva de mostrar en la Sala de Arte Santander grandes colecciones internacionales de arte contemporáneo, para darlas a conocer al público español, apoyando además la creación artística y el coleccionismo”.

Youssef Nabil - Nunca te marchaste nº 5
(impresión en gelatina de plata coloreada
a mano, 56 x 43 cm, 2010) - Mathaf:
Arab Museum of Modern Art, Doha.

La muestra, titulada Looking at the World Around You. Contemporary Works from Qatar Museums,  se compone de un total de 160 obra procedentes, en su mayoría, de la colección del Mathaf: Arab Museum of Modern Art de Doha.

El Mathaf (que en lengua árabe significa “museo”) nace con el objetivo de impulsar el diálogo mundial entre creadores, fomentar la investigación y contribuir a la educación de la cultura a través de becas. Su colección de arte árabe moderno y contemporáneo fue donada por el jeque Hassan bin Mohamed bin Ali Al Thani de la Fundación Catar, quien adquirió su primer cuadro en el año 1986 cuando aún era un estudiante de Historia del Arte.

El arte árabe contemporáneo es presentado en esta exposición a través de la mirada de 34 artistas procedentes de Marruecos, Egipto, Líbano, Argelia, Irak, Kuwait y Qatar. Entre ellos se localizan nombres como Etel Adnan, Ahmed Morsi, Baya Mahieddine, Farid Belkahia, Dia Azzawi, Jassim Zaini, Chant Avedissian, Mona Hatoum, Yousef Ahmad, Faraj Daham, Shirin Neshat o Youssef Nabil entre otros. Además, la exposición también acoge a artistas cuyas obras están relacionadas con el mundo árabe, como es el caso de los chinos Yan Pei-Ming y Cai Guo-Qiang.

Shirin Neshat - Nuestra casa está en llamas
(tinta sobre impresión cromogénica digital,
dimensiones variables, 2013) - Mathaf:
Arab Museum of modern Art, Doha.

En palabras de la Excelentísima Jequesa Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al Thani: “El arte, en sus mejores manifestaciones, crea oportunidades de diálogo y de intercambio y genera nuevas interpretaciones de la historia del hombre. Exposiciones itinerantes como la que hoy presentamos amplían estas oportunidades, llevando obras esenciales de la historia de la expresión artística en el mundo árabe ante nuevas audiencias.”

Las fotografías, pinturas, esculturas, instalaciones y videoinstalaciones que componen esta muestra, hacen referencia a aspectos clave en la comprensión de la realidad árabe aludiendo a cuestiones históricas, sociales, geopolíticas, de memoria y de identidad. 


Mona Hatoum - Corriente subyacente (cable eléctrico cubierto
con tela, bombillas y potenciómetro informatizado,
dimensiones variables, 2004) - Mathaf:
Arab Museum of Modern Art, Doha.


Artículo publicado para Bcollector


martes, 1 de marzo de 2016

EL (DES)INTERÉS DEL MECENAZGO

Reversionando un refrán popular… Cuando la crisis entra por la puerta la cultura salta por la ventana. Y este acto suicida, este salto al vacío motivado por los recortes y acompañado de una subida del IVA al 21%, hizo que el sector cultural español se replantease su discurso viéndose obligado a reformular su modelo de financiación. Hasta hace unos años la principal vía de ayudas a la cultura había llegado por medio de la Administración Pública. Ahora, estos estímulos en apoyo de aquellas actividades consideradas de interés común se han visto reducidos considerablemente o, directamente, se han volatilizado. Volvamos a jugar con las palabras… Cuando las subvenciones saltan por la ventana el mecenazgo llama a la puerta. ¿Y qué ocurre entonces? Que el mecenazgo es instado a pasar como invitado de honor.

Mercedes Basso (Directora de la Fundación Arte y Mecenazgo),
José Antonio Marina, José Luis Pardo, Elisa Durán (Directora general
adjunta de la Fundación Bancaria la Caixa), Francisco Calvo Serraller
y Victoria Camps, en Caixa Forum Madrid

¿Qué es un mecenas?, ¿qué características reúne esta figura?, ¿qué implica el mecenazgo?, ¿cómo se consolida y qué impacto tiene?, ¿cómo se puede fomentar?, ¿es posible una filantropía pura?, ¿hay interés detrás del mecenazgo?, ¿es inmune el mecenazgo a la mercantilización del sistema imperante?, ¿es la bonificación fiscal su aliciente?, ¿tiene el mecenazgo artístico alguna característica intrínseca que lo diferencie de un mecenazgo vinculado a otro campo?, ¿puede el mecenazgo implicar la pérdida de libertad artística?

La Fundación Arte y Mecenazgo,  institución impulsada por “la Caixa”, acaba de publicar su nuevo cuaderno titulado “Los cauces de la generosidad. Ensayos histórico-críticos sobre los fundamentos del mecenazgo”. En él, los autores Victoria Camps, José Antonio Marina y José Luis Pardo, encabezados por Francisco Calvo Serraller como coordinador del volumen, dan respuesta a las preguntas formuladas en el párrafo precedente.

Cuadernos Fundación Arte y Mecenazgo

El catedrático de Historia del Arte Francisco Calvo Serraller aborda, en el primero de los capítulos de este cuaderno, la historia del mecenazgo artístico. Analiza el origen etimológico de un término que se remonta al siglo I de nuestra era personificándose en la figura de Cayo Cilnio Mecenas, un patricio romano que ejerció de ministro para el emperador Augusto. Mecenas fue protector de poetas como Horacio o Virgilio ofreciendo el primer perfil de los que entendemos por protector de las artes. Desde el Renacimiento el artista ha quedado a merced del patrocinio cortesano, principesco, aristocrático o eclesiástico. Esta condición de siervo tutelado cambió a partir del siglo XVIII con la llegada de las exposiciones de las Academias de Arte y el desarrollo de los Salones. A partir de ese momento y libre de su comitente, el artista se convierte en un empresario sometido al juicio del público y a la ley de la oferta y la demanda del mercado puro. Serraller reflexiona sobre la dificultad de esa nueva situación de desprotección puesto que “el cuello de la botella del mercado, regido por la actualidad, era agobiadamente estrecho para el cada vez más amplio número de aspirantes a artista”. Un aspecto aplicable al sector artístico en nuestros días.

Mecenas presentando las Artes Liberales al emperador Augusto
(Óleo sobre lienzo, 69,5 x 89 cm, 1745, Giovanni Battista Tiepolo)

José Antonio Marina, escritor, filósofo y pedagogo, reflexiona en su artículo sobre la necesaria vinculación entre arte, mecenazgo y educación. Analizando textos como la Ética a Nicómaco de Aristóteles, el Tratado de las Pasiones de Descartes, Cartas sobre la educación estética de Schiller o el Discurso sobre la dignidad del hombre de Pico della Mirandolla, Marina va formulando una disertación a través de la cual trata de dilucidar qué implica el mecenazgo artístico y cuáles son las motivaciones que llevan al mecenas a realizar ese tipo de actos. En este sentido, el catedrático habla de una “multimotivación” de variada naturaleza: poder, vanidad, responsabilidad social, imagen pública y, especialmente, generosidad entendida en un doble sentido que remite a la colaboración en la actividad creadora (aunque no como autor al menos sí como posibilitador de la misma) y a la generosidad como virtud cívica.

La filósofa Victoria Camps, realiza en su capítulo una minuciosa reflexión sobre la ética y el mecenazgo deteniéndose en una cuestión clave: ¿Puede el mecenazgo moverse por estímulos propios o por un placer auténtico, de tal forma que se mantenga inmune al utilitarismo y a la mercantilización de un mundo dominado por una economía que prioriza el interés particular sobre el interés común? 


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El mecenazgo como patrocinador de las artes o las letras emana un aura que se asocia a la filantropía. Pero no siempre en una actividad altruista. El problema surge cuando sus motivaciones puedan ser contrarias a la ética. Interés propio versus filantropía ¿cuál termina imponiéndose? Entre las causas de la donación se pueden señalar el individualismo, el prestigio social y la contribución a la causa en la que se cree. Camps apunta que esta última está desapareciendo. Ahora los mecenas no sólo son figuras de renombre o grandes familias, sino grandes corporaciones puesto que “acercarse al mundo del arte ennoblece, por lo que el mecenazgo se convierte en una excelente estrategia de propaganda y de marketing para las grandes empresas”, de tal forma que, siguiendo a Pierre Bourdieu, al invertir en arte el capital económico se transforma en capital cultural. Bien es cierto que el desinterés puro no existe y que “es lógico que el patrocinador exija un retorno por lo que invierte en cultura”. Pero no se puede limitar a la mera propaganda o al puro negocio, “cierto beneficio no es lo mismo que convertir un museo en un espacio de publicidad de una corporación”.

Por último, el catedrático de filosofía José Luis Pardo aborda en su capítulo el sentido antropológico original del “don” y la “donación” tomando como punto de partida la obra de Marcel Mauss “Ensayo sobre el don” (The gift), publicada en Francia en 1925. El don como fundamento de las sociedades y bajo el nombre de potlach, es descrito como una donación gratuita y desinteresada, pero que lleva vinculado un componente de obligatoriedad. No implicaría una mera transacción económica sino que entrarían en juego valores intangibles como el prestigio o el respeto. Por lo tanto, no es una acción exenta de egoísmo puesto que pretende ser una manifestación de superioridad. Para Mauss en ese desequilibrio residiría el bienestar colectivo ya que aquellos que tienen en exceso dan y otros no tienen tanto reciben. El don reduce la desigualdad y refuerza en vínculo social entre donantes y receptores y, siguiendo el pensamiento de Lévi-Strauss, el don como institución social estructural gestionaría el exceso y el defecto de toda institución social, del aparato simbólico de toda civilización. 


The gift, Marcel Mauss


Artículo publicado para Bcollector